14 de junio de 2007

Poema de Edward Carpenter.


"El arte de la Creación tiene que ser aprendido como cualquier otro arte.
Lenta, lentamente durante muchos construyes tú tu cuerpo.
Y el poder que ahora tienes, (tal como es) para construir tu presente cuerpo, lo has adquirido en el pasado en otros cuerpos.
Del mismo modo usarás nuevamente en lo futuro en el poder que ahora adquieras.
Pero el poder para construirse un cuerpo incluye todos los poderes.
Cuidado cómo buscas ésto y aquello para tí mismo. Yo no digo que no busques, sino cuidado cómo buscas.
Pues un soldado que entra en tu campaña, no busca más nuevos avíos que llevar a la espalda, sino más bien cuáles dejar...
Sabiendo bien que cualquier cosa de más que no pueda usar y manejar con libertad, le servirá de estorbo.
Así, si buscas la forma o la comodidad, o cosa alguna para tí, la imagen de esta casa que buscas vendrá y se pegará a tí y tendrás que llevarla contigo.
Y las imágenes y los poderes que de este modo has evocado, te rodearán y formarán un nuevo cuerpo para tí, clamando por sostenimiento y satisfacción.
Y si ahora no pudieses repeler esas imágenes, no podrás entonces descartar aquel cuerpo sino que tendrás que llevarlo.
Cuidado pues, de que no se te vuelva tu tumba y tu prisión, en lugar de tu mansión alada y palacio de alegrías.
¿no ves que sólo con la muerte puedes vencer la muerte?
Puesto que por ser un esclavo de las cosas los sentidos te has revestido de uncuerpo que no puedes dominar, y serás condenado a una tumba viviente si ese cuerpo no fuese destruido.
Pero ahora por medio del dolor, y del sufrimiento, tendrás que salir fuera de esta tumba; y por medio de las experiencias que has adquirido, te construirás un cuerpo nuevo y mejor.
Y así sucesivamente muchas veces, hasta que extiendas las alas y tengas todos los poderes diabólicos y angélicos concentrados en tu carne...
...
Y los cuerpos que tomé se sometían a él, y eran como cinturas de llamas para mí, pero las arrojé de mi.
Y los dolores que sufrí en un cuerpo eran luego poderes que manejaba en el próximo."

Tomado de Monografías de Héctor Di Donna, cuaderno # 3 página 84.

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